Como os comentaba ayer uno de los efectos colaterales de mudarse a otra ciudad es el consumo de alimentos. A pesar de tener las cosas muy claras a nivel nutricional la verdad es que, a diferencia de El Cairo, Londres ofrece infinitas posibilidades gastronómicas incluso a los SIN SIN!!
Después de tantos años conviviendo con intolerancias en una ciudad donde casi no había ninguna opción para intolerantes como yo, una tiene que apañárselas como pueda y aprender a hacerse las cosas una misma: leche de soja, tofu, pan … y de repente llegas a un lugar donde está todo hecho y listo para ser consumido. Desconcierto!! El primer helado de soja que me pude tomar en años o la primera cerveza sin gluten me hicieron saltar casi las lágrimas este verano. ¿Qué exagero? Nop !!!
Un de los descubrimientos que hecho desde que llegué a Londres ha sido el yogur de soja. Obviamente ya lo conocía, pero he de reconocer que no lo tomaba de vacaciones en España porque la soja suele estar muy modificada y le suelen añadir mucho azúcar. Sin embargo, he de decir que existen marcas de soja orgánica que no utilizan azúcares para freakies como yo y me encanta!!
Como todavía tengo un equipo de cocina de lo más paupérrimo que se reduce a tres boles, un cuchillo, tres tazas, una sartén, un cazo y un set de cubiertos sin cucharillas (por cierto) cocinar todavía es una odisea. Menos mal que me he traído conmigo a mi super procesador del alma!!! Pero yo ahí dándole a mi blog, si esto no es pasión no sé que es! ¿Obstinación, cabezonería??

Así que preparar un buen bol de avena simplifica la tarea a la vez que permite tener un desayuno de lo más completo. El resultado es un excelente desayuno alto en fibra que evitará los picos de azúcar y nos mantendrán saciados durante más tiempo. Los frutos del bosque, aprovechad ahora que es la temporada, contienen muchos antioxidantes y vitamina C, un complemento óptimo para empezar la mañana. El chute de Omega 3 lo proporcionan las semillas molidas de lino y chía y la proteína, como no, la aporta el yogur de soja. ¿Me dejo algo? Ah, sí, los frutos secos, fuente de grasa saludable para nuestra salud cerebral y cardio-vascular. Estas son sólo algunas propiedades de este desayuno, pero no todas …
Por si fuera poco está verdaderamente delicioso. Las frambuesas y los arándanos combinan a la perfección que el toque untuoso del yogur. Los frutos secos aportan este toque crujiente que junto con la avena de la impresión de plenitud y satisfacción mientras tu paladar sugiere un ole, ole , porque yo lo valgo …ummm quiero otro!!!
Ingredientes
125 de yogur de soja orgánico sin azúcares añadidos
1 puñado de frutas del bosque (yo he utilizado arándanos y frambuesas pero todo vale)
1/2 taza de avena (Certificada SG si sois celiacos)
1 cucharadita de chía molida
1 cucharadita de lino molido
1 cucharada de ralladura de coco (opcional)
1 puñadito de frutos secos ( yo he utilizado pecanas, nueces, avellanas y macadamia)
- Como veis las cantidades son aproximativas, mezclar los ingredientes a vuestro gusto, pero si que me gustaría hacer hincapié en la calidad de vuestros ingredientes. Recordad que los yogures se soja suelen tener mucho azúcar, que los frutos secos si son viejos enrancian y que tanto la chía como el lino ha de molerse previamente para poder ser absorbido correctamente por el intestino, sino no sirve de nada, a no ser que pongáis las semillas en remojo.
- Por último deciros que este tipo de desayuno es para mimarse a uno/a mismo/a. Es cierto que algunos ingredientes son caros pero vale la pena de vez en cuando hacerse un homenaje y cuidarse. Un solomillo es más caro y menos sano …Hacedlo con cariño y disfrutad de las cosas buenas y bien hechas porque hay que quererse más!!
NOTA: también se puede añadir un poco de leche vegetal si os gusta que la textura sea más líquida.
Misbamia
que ganas tengo de probarlo…en London!!!
Ya estamos esperando nuevos descubrimientos londinenses Mmm que buena pinta tiene esa receta
Sí, Montse ya estoy de vuelta!!