Buenos días a tod@s!
Hace unos días una de mis clientes me decía que le estaba costando dejar los embutidos porque es lo que siempre había incluido en los bocadillos por la mañana. Todavía recuerdo el revuelo que se montó en España en el 2015 cuando la OMS publicó su informe sobre la relación entre los embutidos y carnes procesadas y la incidencia de cáncer de colon.
Mucha gente se sitió ofendida e indignada por tales declaraciones como si la evidencia científica les hubiera atacado personalmente. Este comportamiento social solo se explica por el profundo arraigo cultural que los embutidos tienen en la cultura ibérica. Pero obviamente, la OMS no miente; por mucho que pese a la industria cárnica y por mucho que nos sentamos atraídos por el chorizo, las salchichas, el fuet, la panceta o los torreznos …
¿Qué hacer entonces? Lo ideal sería consumir estos productos de manera muy puntual, quizás solo en celebraciones específicas pero no incluirlos en nuestro patrón alimentario cotidiano.
Mientras tanto podemos tirar de un poco de imaginación y utilizar otro tipo de carnes como el pavo o el pollo para nuestros bocadillos o simplemente utilizar otro tipo de proteínas vegetarianas como huevo, humus, tofu, etc.
Hoy os propongo una receta para aquellas personas que deseen dejar a un lado los embutidos pero sin renunciar a un aporte de proteínas mañanero. La propuesta de hoy es un solomillo de pavo rustido que se puede comer sobre plato o en bocadillo si lo cortamos en láminas finas. Resulta especialmente interesante para los bocadillos infantiles, para personas que se encuentren un poco bajas de moral ya que el pavo es rico en triptófano, un aminoácido que actual sobre la mejora del ánimo y para personas que sufran de síndrome metabólico.
INGREDIENTES:
1 solomillo de pavo
2 ramitas de apio
2 dientes de ajo
1 cebolla blanca
8 champiñones portobello
2 patatas nuevas
Hojas de cilantro
Para el macerado : 5 cucharadas de AOVE+ 1 cucharada de cúrcuma + 1 cucharada de comino+ 1/2 cucharada de pimentón+ 1 cucharadita de canela + pimienta (yo he utilizado pimienta roja en grano) + una pizca de sal
INDICACIONES
- Mezclar las especias en el aceite hasta preparar una mezcla rojiza oscura.
- Cubrir bien el solomillo con toda la mezcla para que los sabores se impregnen bien y dejar reposar durante al menos media hora. Cuanto más tiempo lo dejéis macerando en la nevera más sabor tendrá. Lo ideal sería dejarlo de un día a l otro, pero no pasa nada si se deja menos tiempo.
- Mientras el pavo se macera podéis aprovechar para ir cortando en julianas las cebollas y el apio en trocitos pequeños.
- Añadir un chorrito de aceite para calentar la cazuela.
- Sellar el solomillo a fuego fuerte por los dos lados para que vaya tomando un color dorado. Sellar significa aplicar un fuego fuerte, para «cocinar» el pavo por fuera y darle color.
- Añadir la cebolla, el apio y el ajo cortado.
- Poner las patatas a cocer. Sabréis que ya están cocidas cuando al pincharlas con un tenedor estas se suelen fácilmente. Yo las he hervido con la piel pero podéis pelarlas si os gusta más así.
- Bajar el fuego al mínimo y tapar. Con esta técnica queremos rustir el pavo y que se vaya haciendo en su jugo, por eso no añadiremos caldo u otro líquido.
- El tiempo de cocción dependerá del peso del solomillo. Los hay de mucho tamaños, por ese motivo es importante utilizar un termómetro de cocción. Para evitar posibles problemas de intoxicación alimentaria es importante que la cocción supere los 71ºC. Por otro lado si supera los 80 quedará muy seco.
- Cuando el pavo esté casi hecho, añadir las setas y las patatas.
- Prolongar la cocción unos minutos más y apagar dejando el rustido tapado.
- Por último añadir unas hojas de cilantro y unos granos de pimienta.
El resultado es un plato muy versátil que puede ser utilizado como un almuerzo o una cena acompañado siempre de una generosa ración de verdura o ensalada. Aguanta unos tres días en el frigo. Si lo cortáis en finas lochas, se puede utilizar como sustituyo de embutido. Su sabor os encantará y os resultará muy práctico para improvisar bocadillos o desayunos saludables.
Si os gustan los acabados más refinados, podéis triturar las verduritas y los champiñones con un poco de caldo vegetal para hacer una salsa más elegante.
Espero que os guste!
Si crees que esta receta puede interesar o ayudar a alguien que conozcas y aprecias, no dudes en compartir. Recuerda: el conocimiento empodera.
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