Buenos días a tod@s!
Ha llegado el mes de septiembre. Para la mayoría de nosotros las vacaciones ya han terminado y ha llegado el momento de volver a la rutina de siempre. El mes de septiembre tiene algo de triste, no ¿creéis? Quizás es porque uno siente que el verano se acaba, que pronto vendrán las lluvias y la inevitable vuelta a la manga larga.
Sin embargo también podemos interpretarlo como un mes de nuevas oportunidades. Oportunidades para mejorar nuestra situación laboral, para aprender algo nuevo con el inicio del nuevo año lectivo o de ponerlos en forma tras las excesos de verano.
He pensado que para subirnos un poquito la moral y comenzar la operación «quiero estar y sentirme estudpend@» sería interesante darle al cuerpo un buen chute de antioxidantes y ácido fólico. ¿Cómo? Gracias a las interesantes propiedades de un alimento tan mediterráneo como la remolacha.
Este precioso tubérculo, es rico en un flavonoide llamado betanina que nos ayuda a prevenir la aparición de tumores cancerígenos. Si tu hipertensión ha aumentado tras los excesos del verano y te tiene algo alterado, piensa en incluir regularmente este carbohidrato en tu alimentación de manera regular ya que te ayudar a regularla gracias a su interesante contenido en potasio.
¿Te has pasado con el alcohol durante las vacaciones y tu hígado te pide a gritos un respiro? Pues refuerza tu función hepática con este ingrediente gracias a su función antioxidante. Por otro lado os recuerdo que la remolacha tiene un alto contenido en hierro y vitamina C, lo que la convierte en un alimento a tener en cuenta si tenemos anemia.
A pesar de su propiedades, la remolacha parece ser una gran desconocida entre la población más joven, puede ser por su apariencia, o porque no sepan muy bien cómo cocinarla. Hoy os propongo una receta para principiantes que os encantará y justamente os ayudará a darle una bienvenida al mes de septiembre un tanto más optimista.
Ingredientes:
- 2 remolacha cocida
- 1/2 de cebolla tierna
- 1 diente de ajo
- 3 cucharadas de AOVE
- 1 chorro de limón /lima
- 1 puñadito de cilantro
- una pizca de sésamo molido (opcional)
- una pizca de sal
Indicaciones:
- Cocer las remolachas con piel en abundante agua durante unos 20 minutos y dejar enfriar para poderlas pelar. Si lo preferís también podéis comprarlas ya cocidas y saltaros este paso.
- En un bol, colocar el AOVE, la cebolla picada (incluyendo los tallos verdes) el ajo picadito y una pizca de sal.
- Dejar macerar unos 10 minutos
- Colocar la remolacha cortada en daditos y añadir por encima el aliño, las hojas de cilantro y sésamo molido para decorar
- Si el cilantro no os gusta podéis sustituirlo por unas hojas de rúcula.
El resultado es una ensalada refrescante con un punto ácido que os encantará. Tened en cuenta que la remolacha es un carbohidrato (absorción lenta) y que por lo tanto debe acompañarse con proteína, como pescado blanco y una buena ración de verduras. Una manera inteligente y ligera de comer carbohidratos sin renunciar a la sensación de plenitud y bienestar.
Si creéis que esta receta puede interesar a alguien que conocéis no dudéis en compartir. Recordar, el conocimiento empodera!
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