Hola a tod@s!
Hoy os presento un plato tradicional de Túnez y de Oriente Medio que se ha puesto muy de moda en los «brunch» londinenses y en los almuerzos domingueros de las 11 de la mañana. Tal y como ocurre con los falafel, muchos países se disputan el origen de la shakshuka, pero hoy no entraremos en ese debate.
La primera vez que lo probé fue en un restaurante cairota llamado Aish we Malh (del árabe: pan y sal) que se encontraba en la calle Ahli, justo en frente de la sinagoga. El restaurante lo llevaba una italiana enamorada de Egipto hasta la médula y allí se juntaban todo tipo de clases sociales y confesiones que tenían una cosa en común: el amor por la shakshuka.
Para mí este plato simboliza justamente esto el amor por las cosas bien hechas compartidas con buena gente, vengan de donde vengan.
Cabe decir que existen tantas recetas de shakshuka como variantes de paella. Yo os presento la mía que es la que más me gusta y con la que solía obsequiar a mis invitados en la época en los que todavía nos podíamos invitar unos a otros. Esos tiempos volverán, mientras tanto ir practicando y disfrutando vosotros mismo de esta deliciosa receta.
Hoy es viernes, ¿qué os parece empezar el día con una buena skakshuka y café o un té a la menta?
Ingredientes:
1 cucharada AOVE
1/2 pimiento verde
1/2 pimiento rojo
1 hoja de laurel
4 ajos
2 tazas de salsa de tomate casera
4 huevos bio
1 guindilla ( o harissa en polvo)
1/2 cucharadita de comino
1/2 cucharadita de zaatar (mezcla de tomillo, comino, orégano y sésamo, es opcional)
cilantro para decorar (podéis utilizar perejil)
sal y pimienta
Indicaciones:
- Sofreír los pimientos cortados en trocitos pequeños en una sartén con una cucharada de AOVE.
- Cuando los los pimientos empiecen a cocerse añadir los ajos cortaditos en láminas.
- Cuando observéis que los ajos empiezan a dorarse añadir las dos tazas de salsa de tomate y remover bien.
- Bajar el fuego
- Ha llegado el momento de añadir la guindilla cortada en láminas.
- Añadir el comino y corregir de sal si fuera necesario
- Dejar mezclar los sabores un par de minutos a fuego bajo.
- Cuando la salsa ya esté a vuestro gusto añadir los huevos dejando cierto espacio entre uno y otro para que las claras no se rocen.
- Una vez hayas echado los huevos, tapar con una tapa durante unos minutos. Yo los dejos a penas 5 minutos, pero si os gustan más hechos dejarlo tapados unos minutos más.
- Una ramitas de cilantro …y ya tenéis una shakshuka magistral
El resultado es un plato de huevos que os transportará a tierras lejanas de zocos y bazares, de puertas medievales y chilabas de colores. Mientras no podemos viajar disfrutemos comiendo …
M