Hola a tod@s!
Las acelgas con patatas han formado parte del patrimonio culinario de la dieta mediterránea ibérica durante mucho tiempo. Tanto en comedores escolares como en las mesas familiares, esta combinación tradicional no siempre es la más aceptada por los niños e incluso por adultos. Sin embargo, es muy importante que nuestros peques y no tan peques se acostumbren a comer verduras de color verde ya que su contenido en vitaminas y minerales contribuyen a un óptimo desarrollo físico y mental.
Esto también ocurre entre la población adulta; lo verde no gusta o gusta menos. ¿Cuál es la solución? Obviamente el «no me gusta, no lo como» no siempre es la solución; sobre todo para aquellas personas que sufren de una patología relacionada justamente con la ausencia de una dieta variada en verduras. Bajo mi punto de vista, es muy importante seguir incorporando este tipo de verduras de temporada porque son saludables, económicas y sostenibles.
Quizás la solución está en «repensar» las combinaciones y la texturas, dos elementos clave en la aceptación de una preparación culinaria. Por ese motivo, a mí me gusta combinar verduras con grasas saludables, ya sea con frutos secos, semillas o salsa de tahina. Añadir estos ingredientes transforma la textura y el sabor de las verduras. La técnica de cocción también favorece optimiza ciertas texturas.
Hoy vamos a preparar acelgas con boniato una combinación diferente, atractiva y saludable. Como técnica de cocción utilizaremos el «escaldado» y el «salteado» para conservar una textura más firme y menos …hervida. Estos pequeños cambios convertirán el plato en una opción más colorida, más dulce y aceptable al paladar de los peques o de aquellos adultos con una predisposición al sabor dulce.
Ingredientes:
- Un manojo de acelgas arcoiris
- 1 boniato
- 3 boletus (champiñones, shitakes, portobello, etc.)
- 1 diente de ajo
- AOVE
- Salsa tahina
- hojas de cilantro
- una pizca de canela
- sal
Indicaciones:
- Cortar el boniato a daditos pequeños y sofreír a fuego medio con un chorrito de aceite; simplemente para dorarlos un poco. Cuando ya estén empezando a cambiar de color añadir una pizca de sal y de canela. Añadir dos cucharadas de agua y cubrir la sartén con un tapa para que se vayan haciendo al vapor. De este modo el boniato se irá cociendo poco a poco pero conservará todo su sabor. Cuando estén cocidos reservar a parte.
- Lavar bien las hojas de la acelga con un poco de agua y vinagre para aseguraros que no quedan restos de tierra. Cuando estén limpias empezar a cortar muy finamente las pencas y más tarde las hojas.
- En una cazuela con profundidad hervir dos litros de agua con un poco de sal y cuando ya hierva escalfar las acelgas durante tres o cuatro minutos. Escalfar, para el que no lo sepa, significa introducir la verdura en agua hirviendo durante un periodo muy corto, lo justo para que se ablande o blanquee pero no lo suficiente par que pierda sus vitaminas.
- Pasado este tiempo escurrir las acelgas y pasarlas por el grifo de agua fría; esto hará que las acelgas paren su cocción y no pierdan todo su color. Volver a escurrir.
- En una sartén amplia, calentar un chorrito de aceite y saltear las setas en láminas con un ajo cortado en láminas a los que se le añadirá las acelgas y los boniatos. Mezclar todos los ingredientes.
- Añadir la salsa de tahina (1 cucharada de pasta de sésamo, una cucharada de agua, un chorro de vinagre, un chorro de limón, sal y pimienta al gusto), podéis añadir de manera opcional una cucharadita de salsa de tomate a la salsa de tahina para que tome un color más rosado que puede interesar a los niños.
El resultado es un plato muy agradable con notas dulces y una textura y colorido muy interesante. Si lo váis a preparar para vuestros niños pensad en lo que les gusta, o en lo que no, e intentad adaptaros a sus preferencias dentro de un registro saludable. Intentad que lo prueben, pero sin obligarles y pensad que no hace falta que se coman un plato entero, con dos o tres cucharadas basta para empezar. La salsa tahina con tomate puede ser un buen sustituto al ketchup y con un aporte super interesante de calcio. Tened en cuenta que este plato incluye carbohidratos y verduras pero no proteínas con lo cual habría que completarlo con proteína vegetal o animal.
Si os lo preparáis para vosotros podéis añadir un toque picante de cayena a la salsa o unas ramitas de cilantro que junto con la canela darán al plato un toque más mediterráneo-oriental que os encantará.
Este plato es especialmente interesante para embarazadas, niños, personas con diabetes tipo 2, hipertensión, colesterol y por supuesto para intolerantes al gluten y a la lactosa.
Recordar que este tipo de adaptaciones y mezclas de técnicas son la base de una alfabetización alimentaria que os permitirá mantener una relación saludable con vuestra alimentación. Si al leer este post tenéis en mente a alguien que le pueda interesar no dudéis en compartir!!
Saludos
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