Ayer preparé un pastel realmente excepcional. Está mal que yo lo diga, pero es de lo mejor que he hecho últimamente. Cabe recalcar que la repostería sin gluten y sin lactosa tiene sus inconvenientes. Si además evitamos las levaduras es simplemente un desafío gastronómico al paladar.
Este pastel está inspirando en la cocina macrobiótica porque su ingrediente principal son los azukis; una pequeñas alubias de color rojo originarias de Japón. Para rizar el rizo, he decidido fusionar este ingrediente asiático con dos ingredientes típicos de oriente medio; los dátiles y la miel negra. Estoy convencida que el toque especial de este pastel se lo da, además de los azukis, la miel negra. Supongo que si no encontrais este fabuloso ingrediente lo podríais substituir por otro endulzante con el sirope de arroz o la estevia. Desde aquí os aconsejo a que intentéis buscarlo porque una vez probado la miel normal os parecerá …normal, comparado con este elixir de los dioses.
El resultado es un pastel tierno y dulce, con la textura de un puding y la apariencia de un brownie pero más ligero. Una vez en el paladar cerrad nos ojos y descubriréis una explosión de sabor desconocida.
Y además os encantará saber que es el desayuno ideal para niños y no tan niños. Gracias a las propiedades de sus ingredientes: proteinas, minerales, vitaminas y hierro, este desayuno es de lo más completo. Un bomba de energía. A media mañana y con un café te hace olvidarte por unos minutos que estás en la oficina.
Algunos pensaréis que un pastel de alubias no puede estar bueno. Os reto a que lo hagáis en casa y me digáis qué os parece.

Ingredientes
160 g de dátiles
275 g de alubias azuki
100 g de miel negra
25 g de ralladura de coco
20 g de semillas de lino molidas
20 g de chía
4 nueces para decorar
Indicaciones
- Dejar en remojo los azukis la noche anterior , en un bol a parte, dejar tambien en remojo los dátiles.
- Si estimais el filo de vuestro triturador, haced el favor de quitarle los pipos a los dátiles, de lo contrario os los cargais, fijo!
- Hervir los azukis en agua fría hasta que estén tiernos, los míos han tardado sus cuarenta minutos. Recordar que el tiempo de cocción varía en función del fuego, el agua y la cacerola.
- En un procesador eléctrico mezclar los azukis escurridos, los dátiles despipados, el coco, la miel negra, las semillas de lino y la chía. Triturar hasta que quede una pasta parecida a la de un brownie.
- Colocar en un recipiente y meterlo al horno a 180º durante 30 minutos y a 250º durante diez. Así conseguiremo que quede firme por fuera y tierno por dentro.
- Una vez frío desmoldar y añadir un poco de miel negra y cuatro nueces para decorar
Misbamia