Buenos días a tod@s,
A menudo mis pacientes me dicen que como viven solos, o comen solos, a la hora del almuerzo no tienen ganas de cocinar y que ellos «se arreglan con cualquier cosa». Generalmente ese «cualquier cosa» suele ser algo poco apetecible o poco saludable … También es el caso de muchas madres solteras y que están teletrabajando en la actualidad que piensan que comer es algo que hay que hacer y terminar con ello para pasar a otra cosa.
Cierto es que cada persona tiene sus circunstancias pero creo profundamente en el poder de la alimentación como la clave del equilibrio emocional. Somos nuestros mejores amigos y si nosotros no nos merecemos lo mejor ¿quién si no?
Tanto si vivimos solos, como si estamos solos, todos nos merecemos disfrutar comiendo, aunque eso implique un mínimo esfuerzo; escoger una vajilla bonita, una servilleta, salir al balcón a disfrutar de la luz, escuchar tu música favorita… Para ello no necesitamos ingredientes exóticos o caros, ni pasar una horas en la cocina.
Hoy os presento una idea rápida a base de alcachofas con ajo, perejil y limón, sabores todos de los más mediterráneo, que ilustra bien lo que quiero decir.
Ingredientes:
- 2 alcachofas
- 1 diente de ajo
- perejil
- AOVE
- limón
- una pizca de sal y pimienta
Instrucciones
- Pelar las alcachofas extrayendo las hojas exteriores, cortando las punta y el tallo.
- Cortar en juliana (en láminas) y añadir un chorro de limón para evitar la oxidación y que se pongan negras.
- En una sartén calentar un chorro de aceite y freír a fuego medio las alcachofas con el ajo cortado en láminas.
- Dar la vuelta una vez que estén marcadas (doradas) y cubrir con una tapa mientras se baja el gas a fuego lento. Sal pimentar al gusto.La idea es que las alcachofas se vayan cocinando en su vapor pero guardando la textura y el color. Cuando veas que ya están cocidas, unos cinco minutos, apagar y retirar.
- Puedes aderezar las alcachofas con un poco de perejil y limón.
El resultado es una receta sencillísima y deliciosa que tan solo te costará un euro y medio y 20 minutos de tu tiempo. Si te haces una tortilla francesa ya tienes una cena o almuerzo estupendo, ligero, rápido y muy saludable.
Y si quieres aprovechar las hojas que te han sobrado y da la casualidad de que ya tienes el horno caliente, dales un toque de calor con un poco de aceite durante cinco minutos y tendrás unas deliciosa chips para saborear delante de una buena peli. Ole!
Recuerda: ¡tú lo vales!
Misbamia