El otro días os hablaba de un plato califal llamado Al Boroneyya al Bagdadeyya.Cabe suponer que este plato llegó a lo que hoy es Andalucía con la invasión árabe. En su origen la Al Boroneyya era un plato de lujo tanto por el uso de carnes como por el precio de las especias, sin embargo una vez llegado a la Andalucía este plato se popularizó tanto en la comunidad árabe como en la sefardita y más tarde entre los cristianos más humildes dando lugar a numerosas variaciones.
Tras el descumbrimiento de América se fueron añadiendo a la Alboronía ingredientes ultramarinos como los pimientos y los tomates modificando así la receta original. Durante el siglo XVII la Alboronía se asociaba a arrieros, labradores y pastores y no gozaba de mucho aprecio entre las clases mas altas de la sociedad porque se consideraba un plato de moros y judíos y porque pensaban que la berenjena era tóxica.
Si bien es cierto que an algunas zonas los lugareños podían añadirle algún huevo o incluso chorizo, su versión más conocida es la vegetariana; consumida especialmente durante la cuaresma a la que se le añadía garbanzos para aumentar el valor proteínico. Tal y como os la presento hoy supone un plato ideal para vegetarianos, veganos y diabéticos y para el resto del mundo mundial…
Hoy en día se considera la Alboronía andaluza el antecedente del «pisto»

Ingredientes
- 300 g de calabaza
- 1 berenjena grande
- 1/2 pimiento rojo
- 1/2 pimiento verde
- 3 tomates medianos
- 250 g de calabaza
- 1 cebolla
- 2 ajos
- 4 cucharadas de aceite de oliva extravirgen
- 1 cucharadita de pimentón
- 1/2 cucharadita de comino
- sal y pimienta
Indicaciones
- Cortar las berenjenas en rodajas gruesas y colocarlas en una bandeja. Añadir sal a las berenjenas para hacerlas «sudar». Al cabo de unos minutos empezarán a salir unas gotitas (el ácido amargo de la berenjena) que retiraréis con un trozo de papel absorbente.
- Calentar en una sartén 1 cucharada de aceite y añadir la berenjena cortada a daditos. Bajar a fuego lento y cubrir la sartén con una tapa. La berenjena chupa mucho aceite por eso es necesario controlar el calor y que se vaya haciendo muy poco a poco.
- Cuando estén «casi hechas» retirarlas del fuego y dejar reposar.
- Cortar la calabaza en trozos pequeños y añadir a la sartén con una cucharada de aceite. Marcar la calabaza a fuego medio-alto hasta que tome un color dorado y marcar por el otro lado. Cuando esté dorada retirar.
- Ahora ha llegado el momento de sofreír los pimientos, la cebolla y el ajo en una cucharada de aceite de oliva. Cuando empiecen a pocharse (ablandarse) añadir los tomates troceados a los que le habréis retirado previamente la piel.
- Cuando los pimientos empiecen a estar tiernos echar todos los ingredientes a la sartén para que se mezclen los sabores y dejar hacieno «chup chup» hasta que el jugo de tomate sea absorbido por las verduras.
- Sal pimentar, añadir el pimentón y el comino y remover bien durante unos segundos. Tapar el guiso durante un par de minutos y servir.
- Yo prefiero hacer cada verdura a su tiempo para poder disfrutar de su textura, si se echan todos los ingredientes a la vez, que también se puede, queda una especie de guisote poco atractivo. A mi me gusta que cada verdura esté ligeramente firme, si os gusta más blanda, debéis tapar el guiso y dejarlo cocer más tiempo.
Me gustaría saber ¿qué versión os gusta más la Bagdadeyya o la andaluza??
Misbamia