Hoy he comprado habitas tiernas en mercado orgánico que se organiza en mi barrio los sábados. La verdad es que vistas desde fuera la vainas de habas no son muy llamativas.
Empecé a interesarme en ellas hace poco. Recuerdo que un día caminando por la calle vi a un vendedor ambulante con su carrito de habas dando voces mientras se comía al mismo tiempo un puñado de habas crudas como si fueran quicos. Vamos, para haberse matado atragantado…
Me llamó la atención que el vendedor le diera unas cuantas vainas a un niño que pasaba por la calle y éste las aceptara con una sonrisa y se las empezara a comer crudas. Cierto que son muy tiernas, pero me extrañó. Siempre me han encantado los vendedores ambulantes y la comida callejera, ahora intento tener un poco más de cuidado con lo que compro pero aquella vez me lancé y le compré un kilo.
La verdad es que no sé de dónde procedían aquellas habas, ni si habían sido tratadas con pesticidas o fertilizantes, o si habían sido regadas con el agua de algún canal guarrindongo, pero estaban de muerrrrte. No me las comí crudas, porque no me gustan así, pero hervidas son increíbles.
En España las podéis encontrar congeladas en muchos lugares, cuanto más pequeñitas son, más buenas.
Las habas en Egipto son un alimento base de dieta tradicional y una fuente esencial de proteínas para la mayoría de egipcios que son vegetarianos sin quererlo.
Hoy os presento una receta muy sencilla, ideal para almuerzos ligeros o cenas tempranas.
INGREDIENTES
1 taza de quinoa (yo he utilizado quinoa roja)
1 taza de habitas tiernas
1 puñado de hojas de lechuga romana
1/2 pimiento amarillo
1/2 pimiento rojo
1 cucharilla de sésamo
Sal
ALIÑO
1/2 cebolla
2 cucharadas grandes de aceite de olivan extra virgen
2 zumos de lima (o 1/2 limón)
una pizca de zumaque (opcional)
5 arándanos frescos o deshidratados
Indicaciones
- Lavar la quinoa bien y hervir durante unos 15-20 min. hasta que veáis como un pequeño círculo blanco. Ante la duda, probad! La quinoa dura, es como el arroz duro…no mola.
- Hervir las habitas por separado. El tiempo de cocción dependerá del frescor y del tamaño del producto. Las mías se han hervido en 15 minutos.
- Preparar la ensalada lavando bien la lechuga, y cortando en trocitos pequeños los pimientos.
- Preparar el aliño y dejarlo macerar unos cinco minutos para que la cebolla se tiña de rosa con el azuqueque y en contacto con el limón vaya perdiendo su acidez. De este modo los arándanos, si están deshidratados también empaparán del líquido dándole una explosión de sabor a la ensalada.
- Por último añadir el sésamo tostado (facultativo) porque le añade una textura interesante y vaya, por que a mi se me va la mano con el sésamo, para que os voy a engañar …
Misbamia