Comienzo este blog con una receta muy especial para mí. Hace muchos años cuando puse mis pies en Egipto por primera vez descubrí un postre delicioso llamado Oum Ali. Se trata de una especie de pudding oriental francamente sublime.
En Egipto, así como en muchos países árabes, tradicionalmente la mujer casada recibía el nombre de su primer hijo o hija. De este modo, Oum Ali, vendría a ser la madre de Ali. Cuenta la leyenda que Oum Ali, conocida en su localidad por sus dotes culinarias, recibió un buen día de manera inesperada la llegada de un grupo de huéspedes. El mes de Ramadan había terminado y aquel día no tenía en casa nada preparado que ofrecerles. De todos es conocido la gran hospitalidad de los pueblos orientales y en especial del pueblo egipcio. Oum Ali buscó en su cocina y encontró leche, nata, mantequilla, hojaldre, azúcar, canela, vainilla y frutos secos y con ellos preparó un delicioso postre que aquellos huéspedes jamás pudieron olvidar.
Yo lo probado varias veces y todavía no puedo olvidarlo. Y eso por dos razones: en primer lugar por lo increíble de su sabor con la cremosidad de la nata perfumada de vainilla y canela y esa textura inolvidable de lo crujiente de los frutos secos al contacto con el hojaldre ya blando por la crema de leche… y en segundo por lo inhumano que resulta digerir esa joya del patrimonio gastronómico egipcio!
Huelga decir que mis aventuras culinarias con el Oum Ali datan de mis mocedades cuando todavía no sabía que era intolerante al gluten y a la lactosa. Hace poco volvió a mi mente el recuerdo voluptuoso de ese postre y decidir hacer una versión un tanto más digerible, con ingredientes saludables y refrescantes para este verano. El resultado ha sido un desayuno de esos que te sacian toda la mañana sin dificultar tu digestión, rico en triptofano, (un antidepresivo natural) fresco y crujiente a la vez que rico y cremoso al que le he puesto mi nombre: Oum Aïda
Ingredientes:
1 taza de Arroz dulce o Mochi o arroz integral
Leche vegetal (soja, arroz, quinoa, avena)
Una ramita de canela
1 vaina de vainilla (facultativo)
4 dátiles
2 cucharadas de trigo sarraceno inflado
½ cucharada de pipas de girasol
½ cucharada de pipas de calabaza
1 cucharada de semillas de chía
1 cucharada de semillas de lino
1 cucharada de coco
4 nueces
1 puñadito de frutos rojos (goji, fresas, moras, frambuesas)
Indicaciones
- Hervir el arroz con agua hasta dejarlo en su punto o tirando a blandito. Recordad que los arroces integrales tiene un tiempo de cocción superior al refinado.
- Escurrir y terminar la cocción echando la leche vegetal con una ramita de canela, la vainilla y un dátil para endulzarlo un poco. Dejar enfriar.
- En un recipiente de cristal disponer en el fondo los tres dátiles deshuesados.
- Cubrir los dátiles con una capa de arroz con leche vegetal e ir añadiendo una capa de copos de trigo sarraceno, otra capa de nueces, las semillas, el coco y por último los frutos rojos.
- Si se desea más líquido se puede echar un poco más de leche vegetal.
Tened en cuenta que este desayuno acepta una gran variedad de ingredientes y que podéis sustituir unos por otros según vuestro gusto y vuestras necesidades. Lo importante es mimarse con ingredientes de excelente calidad. Se puede servir frío en verano o caliente en invierno.
A mí me gusta utilizar recipientes de cristal, boles o bocales (si los quiero llevar a la oficina) para poder ver las diferentes capas. Os recomiendo tomarlo con una cuchara sopera para poder introducirla hasta el fondo y llevarse a la boca un poco de dátil, arroz, trigo sarraceno, nueces y frutos rojos en “en el bocado perfecto”. Oummmmm …Aída!!
Misbamia
Saludos Bismania, o Oum Aída. Una pregunta, ¿las semillas de lino deben ser tostadas previamente?
Gracias!
Hola Cristina,
Yo tengo por costumbre tostar las semillas de lino o sésamo y triturarlas para favorecer su absorción. Lo guardo en un frasco de cristal y lo guardo como mucho un par de semanas en el frigo. Pero a veces utilizo el sésamo para darle un toque crujiente, en ese caso lo echo tostado, pero sabiendo que no serán absorbidas y que no cuenta como una ingesta de calcio. Este aspecto es importante para los intolerante a la lactosa que consuman sésamo para controlar la ingesta de calcio.
Gracias por tu pregunta Cristina!
Misbamia