Hola a tod@s!
¿Todavía no sabéis que vais a cenar hoy? ¿os apetece algo diferente y rápido de preparar? Tengo una receta ideal para vosotros: Y si cenamos trucha?
La trucha que encontramos hoy en día en los supermercados suele ser «arco iris» y por lo general de piscifactoría. Todavía se pueden encontrar truchas salvajes en las pescaderías de los mercados, pero obviamente a un precio superior. Existen dos variedades, la blanca y la asalmonada que suele ser más popular.
La trucha es un pescado muy saludable; especialmente para la salud cardio-vascular. Cuenta con una buena fuente de omega3 y minerales como el selenio, fósforo y vitaminas del grupo B. Sus proteínas son de gran calidad biológica; siendo superior el porcentaje en las truchas salvajes. Por lo demás, no existe una gran diferencia nutricional entre unas y otras.
Curiosamente su consumo ha empezado a descender en los último años, sin embargo, la trucha además de ser un pescado muy saludable es económico y facilísimo de preparar. Para la ocasión le he optado por una trucha asalmonada y le he pedido al pescadero que me sacara la raspa para ahorrar tiempo.
Os hoy presento una receta que sale un poco de la sacrosanta trucha con jamón. En total creo que he tardado 20 minutos en prepararla.
Ingredientes :
- 2 truchas
- AOVE
- salsa de tahina (opcional)
- unas hojitas de cilantro o perejil
- un trocito de guindilla fresca
- Limón o lima
- sal y pimienta
Preparación:
- Poner al fuego la plancha con un chorrito de aceite que extenderéis con la ayuda de un papel de cocina o un pincel.
- Salpimentar el interior de la trucha y añadir un chorrito de aceite
- Cuando la plancha esté caliente colocar las truchas por el lado de la piel
- Al cabo de unos 8 minutos, cuando veas que los laterales empiecen a estar dorados, con una espátula plana dar la vuelta a las truchas con cuidado para que no se rompan.
- Mientras se hacen por el otro lado preparar la salsa de tahina: 1 cucharada de pasta de sésamo, 1 cucharada de agua, un chorro de limón, un chorro de vinagre de manzana, sal y pimienta. Remover hasta tener una salsa fina.
- Decorar la trucha con la salsa, las guindilla y las hojitas de cilantro para decorar.
- Añadir un buen chorro de limón
El resultado es una trucha cariñosa pero de sabores acentuados. El picor de la guindilla equilibra formidablemente con la suavidad de la tahina mientras que el cilantro y el limón balancea el toque más graso de la trucha. Aunque no lo parezca se trata de una receta muy ligera que podéis disfrutar sin ningún tipo de remordimiento. Podéis acompañarla de una raíces asadas y una ensalada. Divina!
Marta