Las habas son unas legumbres deliciosas sobre todo cuando son frescas. Al comprarlas debéis tener cuidado de que la vaina sea firme y de color verde intenso. ¿Cómo estar seguro? Muy fácil, al cortarlas se debe escuchar un ruidito parecido a un «crac».
Las habas forman parte del patrimonio gastronómico de la dieta mediterránea y latino americana por excelencia. ¿Os habéis parado alguna vez a pensar en la cantidad de refranes asociados a este alimento? ¿no? pues ahí van unos cuantos:
«El caldo de las habas hacen a las mujeres bravas», «en todas partes cuecen habas y en la mía calderadas», «esto son habas contadas», «a falta de gallina, bueno es caldo de habas» y uno que no había oído nunca y que me ha pasado un amigo » ¿Qué tienen que ver las bragas con la alcabala de las habas?» , ooooleeee la sabiduría castellana ….
Las habas o habichuelas son unas de las legumbres más ricas en fibra y un alimento importante dentro de una dieta saludable.
A menudo se piensa que las habas son indigestas, pero la verdad es que si se combinan adecuadamente, con arroz u otros cereales, no tiene porqué ser así. Además esta combinación completa los aminoácidos de las legumbres optimizando la proteína. Se recomienda combinarlos con productos ricos en vitamina C, como la rúcula, el perejil y los pimientos rojos para favorecer la absorción del hierro.
Es muy importante introducir las habas en la dieta infantil a partir de los tres años para que los niños se acostumbren a diversificar su dieta y a consumir proteínas de origen vegetal. Recordad que no siempre es adecuado presentar un platazo de habas a un niño, pero que éste puede aceptarlas muy bien en purés o como un aperitivo poniéndoles unas cuantas en su plato.
Su alto contenido en fibra hace que sean un alimento ideal para personas con colesterol y a la hora de prevenir el estreñimiento. Además es rico en nutrientes esenciales que ayudan a proteger el corazón.
Para aquellos que tengan el hígado un poco perjudicadillo por los excesos se recomienda su consumo porque las habas favorecen la función hepática. Por último, recordar que su consumo regular es óptimo para las personas que sufren de diabetes, obesidad y para las mujeres durante la menopausia. Su alto contenido en fibra les ayudará a controlar el hambre al tiempo que eliminan la grasa y el colesterol del organismo.
Personalmente cuando son tiernas me encanta comerlas en ensaladas o salteadas con un huevo y alcachofas …
Recordad: «A quien come habichuelas, que el diablo no lo huela»
Misbamia
Todo lo que aquí pones me encanta, gracias por compartir estas recetas tan sanas y sabrosas, no sabes cuánto me ayudan !
Muchas gracias Olivia. Me alegra que te gusten!!