Buenos días a tod@s y Feliz Año Nuevo!
Sí, ya sé que hacía bastante tiempo que no publicaba nada y que además estamos ya caminito de febrero, pero es que este 2022 ha empezado un tanto «achuchao»
A estas alturas los propósitos que os hicisteis mientras os atracabais con las doce uvas (del palo mañana me apunto al gimnasio y me pongo a dieta) deben estar ya de bajón y la voluntad empieza a flaquear ¿verdad? Nada más humano …
El problema es que a menudo queremos cambios radicales, es el todo o nada, es la restricción absoluta o el libre albedrío. Sin embargo ya lo decía mi filósofo favorito Aristóteles «la virtud se encuentra en la justa medida». Dicho esto: ¿Qué tal si le echamos un poco de sentido común a este nuevo año que empieza y abramos una dieta mediterránea llena de sabor y echa en casa?
Hoy os presento un plato que debido a la globalización ya conoce todo el mundo «el kebab». Desafortunadamente, el kebab se ha vuelto hoy en día sinónimo de chicha para llevar, vamos en comida basura pinchada en un palo. Es lo que generalmente sucede cuando tomas un plato tradicional y lo quieres rapidito!!
Sin embargo, cuando la carne utilizada es de buena calidad se trata de un plato delicioso, de origen otomano, que ha sido adoptado por varios países mediterráneos tomando nombres tan diferentes como Shish Taouk, Souvlaki, Döner, Shawarma, Durüm, Gyros, etc. dependiendo de sus presentación ya sea en forma de brocheta, cortado al cuchillo, en wrap o pan pita…
Sea como fuere, a mi me parece un plato muy interesante para «reducir» el consumo de carne e ir introduciendo poco a poco las verduras. Sí, lo habéis oído bien. En plena polémica sobre la manipulación política sobre las macro-granjas de cerdos hoy os propongo cambiar el pincho moruno por una brocheta de pavo con toque moruno y con verduritas.
Nos guste o no, en el 2050 no va a ver proteínas animales para todos, hace falta una transición hacia maneras de consumo y de producción más sostenibles. Eso no significa que la humanidad tenga que abrazar el veganismo o el vegetarianismo, pero que sí que debemos cambiar nuestra manera de comer, porque el planeta no aguantará el ritmo actual.
Yo os propongo empezar a comer más carnes blancas y menos carnes rojas y embutidos porque son más saludables y más sostenibles. Se trata de ir haciendo pequeños cambios graduales para conseguir cambios reales, tanto a nivel personal como a nivel global.
Las brochetas de hoy son muy saludables y digestivas. En el adobo hemos añadido cúrcuma, pimienta y canela para darle un toque antiinflamatorio, el comino facilitará su digestión. Se trata de una alternativa ideal para aquellas personas que tienen problemas de colesterol o hipertensión y que no quieren renunciar a sabores potentes o para planes domingueros familiares en los que los niños quieren algo informal y divertido. Probadlas, están deliciosas y son facilísimas de preparar.
Ingredientes:
- 500 g de pechuga de pavo deshuesada
- 1/2 calabacín
- 8 tomates cherries
- 1/2 cebolla
- sal & pimienta
Para el adobo:
- 2 cucharadas de AOVE
- 1/2 cucharada de cúrcuma
- 1 pizca de pimienta
- 1 cucharadita de comino
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 cucharadita de canela
Indicaciones:
- Preparar el adobo en un bol de cristal removiendo bien todos los ingredientes.
- Cortar la pechuga en trozos rectangulares del mismo tamaño y salpimentar.
- Añadir el adobo a los trozos de pavo mezclando todo bien y dejar macerar al menos dos horas, aunque lo ideal es dejarlo macerando durante 24 horas.
- Pasado este tiempo, insertar en el palo los trozos de pavo alternándolos con las verduritas tal y como se observa en la foto.
- Una vez montadas las brochetas o pinchos calentar una plancha con un poquito de aceite de oliva y colocar las brochetas a fuego medio-alto
- Es importante ir dando vuelta a las brochetas (yo lo he hecho sobre los cuatro costados) para asegurarme de que el pavo está bien hecho y evitar contaminaciones cruzadas.
NOTA: Estas brochetas también se pueden hacer con pollo. Las verduras aportan a la brocheta sabor, equilibrio y jugosidad. Yo he utilizado estas pero podéis utilizar las que más os guste como champiñones o pimientos. Podéis acompañar este plato con una buena ensalada y una patatas al horno. Con dos brochetas, suficiente!
Recordad, el conocimiento empodera, si conocéis a alguien a quien pueda interesar esta receta, no dudéis en compartir!
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