Buenos días a todos!
Hoy os presento una receta deluxe para un día cualquiera. Y es que hay días en los una se levanta con el pie torcido y descubre que además se le ha acabado el café y son las seis de la mañana…
Tan pronto como ponen las calles, me he lanzado como alma que lleva el diablo en busca de un café abierto. Mientras me quitaba la mascarilla y sacaba de mi mochila el Conde de Montecristo dispuesta de disfrutar de café y de mi lectura, se ha puesto a chispear. No a llover, a chispear.¿Os he dicho que estaba en una terraza? A mí que chispee me fastidia mucho, porque básicamente te jorobas pero de a poquito, lentamente, y durante más tiempo…y encima te dices, no, que ya parará…pero no para y te mojas …
He vuelto a casa con el café torcido y el pelo crispado. La mañana otoñal ha empezado regular. En estos casos lo que suelo hacer es ponerme a cocinar, porque siempre me pone de buen humor. Como el otro día fui al mercado local tenía unas judías peronas fantásticas y unos higos frescos y me dicho que podría funcionar. Los higos y los pistachos seguramente transformen unas sencillas judías verdes en algo muy especial.
¿El resultado? Un plato espectacular y terriblemente mediterráneo. Las peronas estaban tiernas y melosas, la cebolla caramelizada contribuye a la huntosidad. Le he añadido una guindilla porque me he dicho que potenciaría el sabor de los higos y así ha sido. Y mientras sientes el picor de la guindilla y piensas que quizás me haya pasado, el crujiente de los pistachos y la suavidad de la tahina lo equilibra todo y boum! simplemente divino ya se me ha pasado el mal humor. Sí, me las he comido a las once de la mañana, para desayunar, porque yo lo valgo.
Y es que cualquier momento es bueno para hacerse un homenaje así mismo, sobre todo si es culinario, qué importa si estamos solos o si son las once de la mañana?

Ingredientes:
1/2 kilo de judías verdes frescas (yo he utilizado perona)
3 higos frescos
1 cucharada AOVE (aceite de oliva virgen extra)
1/2 cebolla morada
1 guindilla (opcional)
10 pistachos (o piñones)
1 cuchara de salsa tahina
1 pizca de sal
1 pizca de sésamo
Indicaciones
- En primer lugar limpiar las judías retirándole los extremos de las vainas. Si son están muy tiernas no será necesario retirar el filamento laterales.
- Pasarlas bajo el grifo y escurrir bien.
- En una sartén poner a calentar una cucharada de AOVE y saltear a fuego fuerte las judías con la cebolla cortada en juliana. El objetivo es que marcar las judías par que queden ligeramente fritas.
- Cuando hayan cogido color, echar la guindilla seca troceada (opcional) tapar la sartén y bajar el fuego al mínimo, de este modo la cebolla empezará a caramelizarse y las judías a cocerse en su propio jugo. Remover de vez en cuando.
- Dejar durante 10 minutos si os gustan firmes o 20 si os gustan muy hechas. Recordad que cuanto más intenso sea el color menos vitaminas habrán perdido en la cocción.
- En una sartén a parte tostar los pistachos y son crudos porque así realzaremos su sabor.
- Para la salsa tahina mezclar una cucharada de pasta de sésamo un chorrito de agua, un chorrito de limón, un chorrito de vinagre y sal. Mezclar bien hasta que quede una salsa homogénea.
- Colocar en una fuente o plato las judías, los pistachos, la salsa tahina al gusto, los higos partidos por la mitad o en cuartos y el sésamo.
NOTA: Recomiendo tomar estas judías tibias, ni muy frías, ni muy calientes. Ideal para un día de otoño, ya sea para desayunar, almorzar o cenar!
Misbamia