En 1992 aparece en los Estados Unidos la primera pirámide alimentaria, concebida por el gobierno americano como un instrumento pedagógico para la educación alimentaria escolar a nivel nacional. Más tarde el concepto de la pirámide sería adoptado por otros países, España incluida.
Como todos sabemos, el campo de la nutrición es relativamente nuevo . Sin embargo en los últimos años muchos se han revisado muchas de las creencias nutricionales gracias a nuevas evidencias científicas logradas en este campo.

Bajo esta tesitura, la Sociedad Española de de Nutrición Alimentaria (SENC) lanzó en el 2015 una versión revisada de la pirámide añadiendo aspectos subrayar la importancia de la alimentación tradicional y de la actividad física y la especificación del concepto «integral» respecto a los cereales y harinas.
Sin embargo, bajo mi punto de vista esta pirámide conserva ciertos conceptos «viejunos» que hoy en día chocan con las nuevas evidencias científicas.
En primer lugar es importante comprender que la base de nuestra alimentación debe estar basada en frutas y verduras. Punto. Se puede decir más alto, pero no más claro. En segundo, los lácteos no son necesarios en nuestra dieta. Que sean un buena fuente de calcio no significa que sean la única ni que sean necesarios. Así que haters de la leche y el queso e intolerantes a la lactosa, dormid tranquilos. Por último lo que realmente es inadmisible es que en una pirámide alimentaria aparezcan alimentos no saludables como los embutidos, bollería y alcohol bajo el parapeto de «consumo moderado». Preguntadle a un soriano cuál es el consumo moderado de los torreznos o de alcohol a ver qué os dice. Bajo mi experiencia, el concepto de pirámide es difícil de interpretar por la población, confusión que aumenta respecto al concepto de raciones.
Llegados a este momento es necesario reflexionar sobre la influencia de los holdings o grupos de interés en las políticas de salud pública y la relación que estos grupos tienen en la toma de decisiones dentro de la salud pública.
Esta es una de las razones por las que la Escuela de Salud Pública de Harvard https://www.hsph.harvard.edu/nutritionsource/healthy-eating-plate/translations/spanish/ ha lanzado la fórmula del plato saludable.
Bajo mi punto de vista este concepto es el mejor método para aplicar en el campo de la alfabetización alimentaria que he encontrado hasta el momento.
En primer lugar me gusta porque es más visual que conceptual y se presta a menos problemas de interpretación. El plato de Harvard es antetodo una síntesis de una alimentación saludable en su dimensión más práctica.
En segundo lugar, como podéis ver, las frutas y las verduras suponen la base principal del plato, recordando que las patatas no entran en este grupo. Respecto a los cereales o granos queda bien detallado que deben ser integrales. También resulta muy interesante que se precise el concepto de proteínas de «calidad». Es importante no confundir proteína «completa» con proteína de «calidad»; las proteínas de los embutidos son completas pero no de buena calidad, y sin embargo las proteínas de las legumbres «no son completas» pero combinadas con cereales son muy saludables. Recordemos que las legumbres deben ocupar un lugar muy importante en nuestra alimentación.
Respecto al apartado de los aceites saludables habría precisar que si contextualizamos el plato de Harvard en ámbito de la dieta mediterránea el aceite de oliva extra virgen se impone. Vale la pena invertir unos céntimos más, siempre que se pueda, y comprar un buen aceite de oliva extra virgen.
Por último, otro detalle que me ha gustado es destacar la importancia de los colores en una dieta variada. Cuanto más color exista entre nuestras frutas y verduras más atractiva será nuestra alimentación y más seguros estaremos de darle a nuestro organismos todos los micronutrientes necesarios para nuestro organismo.

En definitiva, os animo a que echéis un vistazo a su página web para informaros con más detalles. Allí encontraréis recursos interesantes tanto para adultos como para niños.
Espero que os guste!
Me ha encantado el artículo.
Que opinas sobre los complementos nutricionales a base de vitaminas?
Hol Ángela, la suplementación de vitaminas debe ser supervisada por un especialista sanitario, ya sea el médico de cabecera o un nutricionista. En principio, si la alimentación es adecuada la suplementación no es necesaria.
Gracias Misbamia por reafirmar lo que algunos sabíamos, y mostrarnos la forma práctica que debe tener un plato sencillo, rico y saludable.
Gracias a ti por seguirme!
Misbamia