Empiezo este post entre risas recordando un comentario que una bloguera (mute food ) hizo en Instagram calificando el amaranto como “el primo imbécil de la quinoa”. La verdad es que el comentario me hizo gracias porque es cierto que este pseudo-cereal es mucho menos conocido que la quinoa y un poquillo más antipático de manipular por su tamaño tan minúsculo.
Sin embargo, este maravilloso grano conocido por los mexicanos como “la flor de la inmortalidad” tiene tantas propiedades que merece casi un publi-reportage!!
Los conquistadores españoles al llegar a tierras mexicanas decidieron, más chulos que uno ocho ellos, prohibir su cultivo por estar asociado a rituales aztecas en honor a Huitzilopochtli, dios de la guerra. Con una actitud un poco más humilde y una mente más abierta, quizás se hubieran podido beneficiar de sus múltiples propiedades!!
Pero volvamos al presente y descubramos qué sabemos hoy sobre este fantástico alimento funcional.
En actualidad se han realizado numerosos estudios que demuestran que el amaranto posee un potente ácido orgánico llamado escualeno . El escualeno, muy conocido por los japoneses como “cura para todo” además de ser un fantástico antioxidante tiene un efecto anti-cancerígeno o/y protector. De este modo, las propiedades anti-cancerígenas del amaranto se ven reforzadas por su contenido en beta-sisterol.
Importantes son también sus propiedades cardio-saludables gracias a su contenido en hidratos de lenta absorción (óptimo para pacientes con diabetes melitus) y a sus ácidos grasos esenciales, magnesio, fibra y calcio. Dícese que se dice que el aceite de amaranto reduce significativamente “el colesterol malote”
Pero es que además este primo no tan imbécil de la quinoa resulta un alimento estupendísimo para “sinsins” como nosotros y para vegetarianos por su valor nutritivo, energético y proteico libre de gluten!!!
Por último, cabe recordar que el amaranto contiene lisina y metionina; dos aminoácidos deficitarios en los cereales y las legumbres, respectivamente. Por este motivo, este alimento combina a las mil maravillas justamente con cereales y legumbres; incrementando así el valor biológico de las proteínas. Este dato no es moco de pavo pues ,como sabemos, los celiacos suelen llevar una dieta más deficitaria en aminoácidos debido a la restricción alimentaria a la que se ven expuestos.
En la cocina, sus usos son muy variados aunque es cierto que en España todavía no se conoce muy bien. De todas formas, se puede cocer como la quinoa, tomar en el desayuno en su forma de cereal inflado, o en harinas.
Es necesario precisar que tanto la quinoa como el amaranto son granos procedentes de américa latina y por consiguiente no son realmente sostenibles dentro de una dieta mediterránea. Sin embargo, considero que su consumo sigue siendo ético, aunque no sea totalmente necesario, dentro de una dieta de transición para celiacos e intolerantes al gluten.
Misbamia
Además de tu recetas buenísima y la cantidad de información estupenda que uno saca de tus blogs, eres una escritora fantástica Marta.
Gracias por compartir tus conocimientos de una manera tan fácil y graciosa 👏🏼👏🏼👏🏼
Muchas gracias Dina! Me encanta saber que te gusta lo que escribo. Gracias por seguirme!!!
Aprovecho la coincidencia que ando por tierras mexicanas y que tú escribes sobre ritos aztecas con al amaranto, para no dejar pasar un día más sin felicitarte por el blog y las maravillosas historias-recetas de tu vida.
Te cuento que nos seduce repetir vacaciones en tu pueblo este verano, medio mantengo mi dieta «sinsins» y que voy a tratar de sumergirme en algún mercado local mexicano para buscar la maravillosa flor de la inmortalidad!.
Besos para ti, A y A.
Hola guapísima! Cómo me alegra saber que me sigues leyendo. Un abrazo muy fuerte y disfruta en México. Besos a todos!!!