¡Buenos días a tod@s!
Creo que ya os he comentado que una de mis rutinas preferidas los domingos es ir al mercado local (mercat del pagès) de mi barrio en Barceleona y hacer la compra semanal de frutas y verduras. Me gusta charlar con los vendedores, que son los mismos campesinos que cultivan sus productos, de recetas y de variedades desconocidas o de las propiedades de ciertos alimentos.
Los que me conocen saben que el tema de la sostenibilidad alimentaria es muy importante para mí y que siempre ando buscando maneras de aprovechar los alimentos y de reducir los desperdicios. Por eso cuando el vendedor de ayer me preguntó si quería los tallos de las zanahorias o me los cortaba le dije me los llevaba, que generalmente los utilizaba en la elaboración de los caldos vegetales. Una señora a mi lado me dijo que a ella no se le había ocurrido nunca echarlos al caldo pero que le encantaba hacer pesto con ellos.
Yo ya había probado el pesto de rúcula y de kale, que es delicioso, pero nunca se me había ocurrido hacer pesto con las hojas de zanahorias …
Intenté imaginarme el sabor, algo térreo, y me dije que quizás sería demasiado intenso, así que deduje que mezclarlo con algo de albahaca, una hierba fresca que me encanta, le daría un toque más neutro.
Volvía casa con el capazo lleno y la mente ocupada con mis recetas imaginarias y al llegar a casa lo probé! ¡¡¡El resultado fue espectacular!! Una mezcla untuosa, intensa pero muy agradable al paladar con un toque de frescura que te hace suspirar y cerrar los párpados. Francamente, para mi, incluso mejor que la salsa al pesto!
Os aconsejo que la probéis con cualquier verdura sencilla hecha al vapor o a la plancha porque realzará su sabor convirtiéndolo en algo delicioso. La podéis guardar en un frasco de cristal en la nevera hasta tres días.
Aquí os dejo la receta, no os preocupéis demasiado por los gramos, hacerla a ojo pero utilizando estos ingredientes:
Ingredientes:
- 1 manojo de hojas de zanahoria
- 1 manojo de albahaca (más o menos la misma cantidad que de hojas de zanahoria)
- 2 diente de ajo
- 2 cucharadas de piñones
- AOVE (unas 5 cucharadas)
- Sal (opcional)
Indicaciones:
- Corta los tallos de las zanahorias frescas y la albahaca y lávalos bien. Yo utilizo agua, vinagre y bicarbonato. Recuerda que los alimentos bio TAMBIÉN deben ser lavados correctamente porque pueden estar en contactos con abonos a base de excremento animal.
- En una tabla de cortar, trocea finalmente las hojas de zanahoria y los dientes de ajo.
- Coloca todo en una batidora o procesador y añade los piñones y el aceite con un poco de sal y tritura hasta que quede una pasta untuosa y final
Si quieres economizar puedes substituir los piñones por pipas de girasol, pero NO sobre el aceite de oliva. Recuerda que los aceites de girasol y de maíz son pro-inflamatorios. Si tienes intolerancia a la fructosa o sigues una dieta FODMAP quítale el ajo o utiliza ajo en polvo; te resultará más fácil de digerir. Si sufres de hipertesión y deseas retirar la sal, añadir ajo en polvo también es un truco que suele realzar el sabor y reducir la tensión arterial.
Creando hábitos:
Os aconsejo vivamente que los domingos, o cuando tengáis un poco de tiempo, os dediquéis a preparar una buena salsa casera como esta o como la salsa gremolata o la clásica salsa al peso, ricas en grasas saludables (omega-9 y omega-6) en ácido fólico , clorofila y vitamina C y bajas en sodio y grasas saturadas , sin sulfitos ni aditivos, a diferencia de las opciones que encontramos en el super. Recuerda que las grasas saludables son muy importantes para el funcionamiento de nuestro organismo y para la salud mental.
Recuerda que la cocina es un hábito saludable y terapéutico.
Si conoces a alguien a quién esta receta le pueda beneficiar, no dudes en compartirla. Saber cómo cuidarse es fundamental!
Saludos
M